Cuando la suerte de los niños que han protagonizado
el incidente más reciente en Benin es todavía incierta, lo
que sí está claro es que unos 200.000 niños y niñas
son víctimas de la trata de menores en África oriental y
central.
Estos niños tienen que trabajar en barcos de pesca y granjas,
en redes de explotación sexual y en fábricas donde se les
explota. Las redes del crimen organizado se benefician de su explotación.