El
GOB
regala al presidente Antich un reloj de arena para simbolizar que se está
acabando el tiempo del actual
Govern de les
Illes Balears para tomar las medidas necesarias para frenar el crecimiento
urbanístico.
Según la organización ecologista, después de 20
meses de gobierno y en relación a temas urbanísticos y territoriales,
se han abordado muy pocas reformas legales, pocas iniciativas jurídicas,
y pocos planes y proyectos de acuerdo con el programa de gobierno firmado
por las fuerzas políticas que componen el
pacto
de progreso.
El GOB opina que las cifras que estos últimos meses se han conocido
o publicado sobre datos de crecimiento urbanístico, consumo energético,
producción de residuos, etc. del 2000 en Mallorca, ponen de manifiesto
la delicada situación ambiental y urbanística de la isla.
Por ello, reclaman medidas urgentes para frenar esta tendencia, tales como
la reforma de las Directrices de Ordenación del Territorio, la elaboración
de una nueva Ley del Suelo, una moratoria en la autorización de
campos de golf, paso previo para elaborar un Plan Director Sectorial de
estas instalaciones; y una moratoria en la autorización de puertos
deportivos.
Por otro lado, ayer 28 de marzo, el GOB presentó ante el registro
de la Fiscalía de Balears dos denuncias por presunto delito ecológico
contra los vertidos incontrolados de escombros (residuos de demolición
y construcción), una referida al vertedero de la antigua pedrera
de Can Set en Llucmajor, y la otra referida al resto de vertederos ilegales que
se encuentran diseminados por toda Mallorca.
Más información:
GOB
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